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jueves, 16 de octubre de 2014

Comentario literario "No me conformo" de Miguel Hernández


Siguiendo las indicaciones del esquema para el comentario literario, hemos conseguido hacer un buen trabajo entre todos, ¿no os parece?

COMENTARIO LITERARIO

“No me conformo, no: me desespero”, de Miguel Hernández

https://www.flickr.com/photos/elwillo/5154597159 // CC BY 2.0




El texto que comentamos pertenece a Miguel Hernández (Orihuela, 1910-Alicante 1942). Poeta y dramaturgo de especial importancia a principios del siglo XX, mantuvo una estrecha relación con los autores de la Generación del 27. 


Criado por una familia humilde, se dedicaba a cuidar ganado y aprendió solo a leer y escribir, obteniendo una rica formación autodidacta. En su juventud, viaja a Madrid donde conoce a Vicente Aleixandre y Pablo Neruda, con quienes fundó la revista Caballo verde para la poesía. Allí convivió con importantes poetas del momento y se alista al bando republicano. Sus ideales le llevarán a prisión, llegó a ser condenado a muerte y, finalmente, falleció por una grave enfermedad contraída en la cárcel. Además de su ideología, influyen fuertemente en su obra dos acontecimientos personales: la pérdida de su primer hijo y el nacimiento del segundo. Entre sus obras más importantes encontramos: Perito en lunas, Viento del pueblo, Cancionero y romancero de ausencias o El rayo que no cesa, a la que pertenece el poema que comentamos.

En el poema “No me conformo” vemos a un hombre enamorado de una mujer, a la cual besó y sigue amando, pero ya no la tiene y esa pérdida le produce un dolor, un sufrimiento y sentimientos de ansiedad, insatisfacción y desesperación. En los versos “besarte fue besar un avispero” y “perseguir el curso de tu aroma” podemos ver que esa relación, ese encuentro, fue real. El dolor que le produjo ese encuentro es tan fuerte e intenso que el poeta utiliza palabras relacionadas con la muerte para expresar cómo se siente: muero, enterrado vivo, hoyo fúnebre. Sin embargo, esa muerte no es real, sino que es en sentido figurado (metáforas). El yo poético persigue incansablemente recuperarla, no se conforma con perderla y por eso se siente furioso e impotente, atrapado en un lugar que le aprisiona: “un huracán de lava en el presidio de una almendra esclava o en el penal colgante de un jilguero”, “una revolución dentro de un hueso” y “un rayo soy sujeto a una redoma”.

En cuanto a su forma, se trata de un poema, por tanto, nos encontramos ante el género lírico, caracterizado por estar escrito en verso. Su esquema métrico es: 11A11B11B11A 11B11A11A11B 11C11D11E 11C11D11E, con rima consonante, por lo que estamos ante un soneto.

Al ser un poema, cumple con el rasgo propio de este género en cuanto a la condensación de ideas, pues todo el texto gira en torno al sufrimiento que le produjo estar con esta mujer. No obstante, sí podríamos identificar tres partes: en el primer cuarteto, conocemos su disconformidad con una situación que le lleva a desesperarse (“no me conformo, no: me desespero”); a partir del segundo cuarteto, conocemos la causa de este dolor, besar a una mujer (“besarte fue besar un avispero”), cuya imagen y recuerdo lo atormentan (“me clava al tormento … el curso de tu aroma”). Finalmente, en el último terceto, insiste en metáforas que encierran esa fuerza interior en lugares pequeños y angustiosos (“enterrado vivo”, “revolución/hueso”, “rayo/redoma”).

Respecto al estilo, además de las figuras ya comentadas en el contenido, es importante destacar el símil o comparación del segundo verso (“como huracán de lava en el presidio...”) con el que el yo poético quiere expresar que algo que no tiene control, que no se puede manejar, está en su interior y  le hace sentir atrapado. En la segunda estrofa, el poeta apunta la causa de su dolor con una metáfora muy visual: “besarte fue besar un avispero”. Con ella indica que a la vez que le gustó besarla sintió daño y, simultáneamente, con el “avispero” aparece una personificación ya que le atribuye la cualidad de clavarle “al tormento”. En esa misma estrofa (versos 6 y 7) hay una paranomasia con las palabras: clava, desclava y cava y entre las dos primeras se produce una antítesis: por una parte ese beso le hace sufrir (“me clava al tormento”), pero por otro lado lo libera (“me desclava”). Por último, se observan una anáfora (“no me conformo:no”) y paralelismo entre los versos, 10 y 11. Miguel Hernández demuestra en este texto un estilo sencillo, pero a la vez logra  impresionar al lector, creando un texto de gran belleza poética.

En conclusión, este poema de Miguel Hernández refleja un sentimiento con el que algunas personas  se pueden sentir identificadas, aunque quizá para otras sea un poco exagerado. Además, nos hace reflexionar sobre la inconveniencia de enamorarnos de una persona que sabemos que nos puede causar daño.